Cómo prevenir el coronavirus

Debido al incesante aumento de los casos de coronavirus COVID-19 (SARS-CoV-2) en nuestro país, y en todo el mundo, muchas personas se preguntan qué pueden hacer para prevenir dicha enfermedad, o cómo incrementar su barrera inmune para protegerse frente a esta terrible pandemia. Si has llegado hasta aquí, esto te va a interesar:

¿Qué es el sistema inmune?

Vamos a ir muy al grano con éste concepto, y aunque pueda sonar muy duro, el  sistema inmune es crucial para la existencia humana puesto que sin él, cualquier infección vírica o bacteriana nos podría matar.

Nuestro organismo cuenta con un sistema inmunitario innato y adaptativo; está formado por una compleja red de órganos, tejidos, células y sustancias específicas, y cada una de ellas está equipada de elementos clave perfectamente sincronizados entre sí para alcanzar su principal objetivo: eliminar a los intrusos, es decir, cualquier elemento patógeno que no deba formar parte de nuestro organismo.

Todos vivimos expuestos a la actividad nociva de innumerables microorganismos (bacterias, virus, hongos, parásitos), y nuestro sistema inmune es capaz de reconocer millones de microbios diferentes y de destruir con eficacia los cuerpos extraños que puedan penetrar en nuestro cuerpo.

¿Cómo nos protege el sistema inmune? 

A través de la detección de unas partículas presentes en esos microorganismos, partículas conocidas como antígenos, que funcionan como una señal de alerta frente a algo que es ajeno a nuestro organismo.
El sistema inmune también es capaz de detectar tempranamente y de eliminar células que dejan de funcionar adecuadamente en el cuerpo, y que podrían dar origen a algún tipo de cáncer. Esto se llama vigilancia inmunitaria, y es otra de sus principales funciones.

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Virus frente al sistema inmunológico.

¿Cómo puede afectar un virus a nuestro sistema inmune?

Los trastornos del sistema inmunológico que podemos llegar a sufrir son numerosos y diversos pero podemos resumirlos en dos grandes grupos:

Inmunodeficiencias. Defectos que impiden el funcionamiento total o parcial del sistema inmune, o lo que es lo mismo, infecciones graves y reiteradas que ponen en serio riesgo nuestras vidas. Los tipos de inmunodeficiencias son muchas y de muy variados tipos, y pueden afectar a niños y adultos (generalmente más a niños que a adultos).  La variedad de inmunodeficiencias es muy extensa y permanentemente se están descubriendo nuevas formas de tratarlas, aunque muchas veces su cura muchas veces se ve dificultada por la propia complejidad de éstas.

Las alergias, el asma alérgico  y las enfermedades autoinmunes. Otras de las enfermedades que afectan al sistema inmune, y que se caracterizan especialmente porque el sistema inmune no funciona,  lo hace parcialmente, o de una manera descoordinada, produciendo daño a los tejidos de la persona que las sufre. Aquí se incluyen aquellas en las que el sistema inmunológico se comporta de manera agresiva y destructiva por naturaleza, es decir, el sistema “se confunde” y reacciona destruyendo los tejidos propios, ocasionando enfermedades como la diabetes mellitus tipo I (o juvenil), artritis reumatoide, lupus eritematoso, enfermedad celíaca, lepra, pénfigo vulgar, tiroiditis autoinmune, esclerosis múltiple, cirrosis biliar primaria, miastenia grave, hepatitis autoinmune y una extensa lista de problemas asociados.

¿Cómo podemos cuidar y fortalecer nuestro Sistema Inmune?

Dormir bien: Un descanso incorrecto es tan perjudicial para nuestras defensas como el sedentarismo. Además, un correcto descanso nos ayudará a mejorar nuestro estado de ánimo y, por tanto, los niveles de energía.

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Dormir bien ayuda a reforzar nuestro Sistema Inmunológico.

Ejercicio físico: entre muchos otros efectos beneficiosos, la práctica habitual de deporte nos ayuda a liberar menos corticoides, contribuyendo a un sistema inmune más estable y sano, dejando una clara evidencia de la conexión entre mente y cuerpo. 

Reducir el estrés: debemos poner gran atención a nuestro sistema nervioso si queremos proteger integralmente al sistema inmune; es recomendable utilizar técnicas de relajación (yoga, tai chi, cultivar la risa, la meditación, etc.) con el objeto de  manejar el estrés tan común en nuestros días. 

Hidratar correctamente el cuerpo: beber la suficiente cantidad de agua (al menos 1,5 litros al día) aporta energía a los músculos, mejora la función intestinal y equilibra los niveles de líquido de nuestro cuerpo, algo que nuestro sistema inmune agradecerá.

Adoptar una alimentación saludable: no olvidemos que hay que comer de todo, una dieta variada con una proporción adecuada de todos los nutrientes (grasas, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales) nos garantizará un equilibrio interno que a su vez nos servirá como escudo protector.

¿Qué alimentos pueden ayudar a reforzar nuestro sistema inmune?

Vitamina C: reduce la duración y la severidad de las gripes y resfriados. La encontramos en frutas, verduras y hortalizas, como las fresas, el kiwi, cítricos, melón, pimiento, tomate y la col.

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Con 139 mg de vitamina C por cada 100 g, presenta más del doble que una naranja.

Vitamina A: contribuye a mantener las barreras naturales contra las infecciones (mucosas). La encontramos en hígado, mantequilla, nata, huevos, lácteos y algunas frutas como el albaricoque, cerezas, melón y melocotón.

Vitamina E: aumenta la respuesta inmunológica. Está presente en aceite de germen de trigo, de soja, cereales (pan, arroz, pasta integral…), aceite de oliva, vegetales de hoja verde y frutos secos.

Otras vitaminas: tienen especial importancia las vitaminas del grupo B; tanto los alimentos de origen vegetal como animal son ricos en ella (carne, vísceras, pescado, marisco, huevos, cereales, legumbres, frutas, verduras de hoja verde, etc.).

Hierro: hígado, carne (especialmente la de caballo), pescado y huevos.

Zinc y selenio: presentes en casi todos los grupos de alimentos.

Los probióticos: Las bacterias probióticas activan las reacciones inmunológicas en todo el cuerpo, entre ellas la activación de determinadas células defensoras. Algunos ejemplos de probióticos serían :yogurt, kéfir, té de kombucha, chucrut, o el pan de masa madre.

Si quieres más información, o necesitas ayuda para cuidar tu dieta y aprender a comer, ¡no dudes en contactarnos!, desde Yo soy mi dieta estaremos encantados de poder brindarte todos los consejos nutricionales que necesites.

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Victoria Castillo


FUENTES:

https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/66_2/PDF/Sistema_Inmune.pdf

https://enlinea.santotomas.cl/blog-expertos/sistema-inmune-las-enfermedades-lo-afectan-fortalecerlo/

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