¿Alguna vez te has preguntado cuánto pesan 60 gr de pasta una vez está cocida o cuánto pesan los botes de 230 gr de lentejas en seco?
Desde Yo soy mi dieta queremos ponerte las cosas más sencillas en la cocina. Por eso hoy te traemos una herramienta sencilla de aplicar, la cual nos permite continuar con nuestro plan nutricional sin infringir las cantidades que nos marcan los nutricionistas, hablamos de los factores de conversión (FC).
Como muchos sabéis, en nuestros planes nutricionales, al igual que en otros planes personalizados, el peso indicado de los alimentos es en seco; esto cobra importancia ya que hay alimentos que de no ser controlados podrían perjudicar nuestra evolución, ya sea física, estética o de salud, pero es de entender que todo se complica cuando se come en familia, ya que podemos llegar a ingerir mayores cantidades de las recomendadas.
Lo primero es entender que los alimentos cambian de peso y volumen tras la cocción.
Cuando hablamos de tubérculos como las patatas, la yuca o el boniato, el peso no varía especialmente, así que podemos guiarnos por el peso indicado en la receta aunque utilicemos esos alimentos ya cocidos. Pasa lo mismo con las verduras, donde su peso puede verse algo disminuido tras la cocción, pero al tratarse de productos con una densidad calórica muy baja, no es necesario llevar a cabo un cómputo muy estricto.
En el caso de las carnes o los pescados, hemos de tener en cuenta que las carnes a la plancha, salteadas o asadas tienden a disminuir su peso en un 20% (120 gr de pechuga de pollo equivalen a unos 95 gr una vez esta cocinada).
Los pescados al vapor, al horno, y a la plancha tienden a disminuir un 15% su peso total, (200 gr de pescado crudo son unos 170 gr de pescado cocinado).
Por último, los alimentos que requieren de un control más exhaustivo en lo que a niveles energéticos se refieren, es decir, que aportan más kcal, son los que contienen una cantidad de hidratos de carbono más elevada: hablamos de alimentos como la pasta, el arroz, o las legumbres, donde la diferencia entre crudo a cocido varía prácticamente el doble de su peso en el caso de la pasta, y casi el triple en el arroz o las legumbres.
Una de las recomendaciones que solemos indicar es pesar la cantidad semanal de este tipo de hidratos cociéndolos previamente, así, una vez lo tenemos cocido, podemos dividir las cantidades de manera proporcional.
Pero si todo esto no fuera posible, hemos preparado para ti un descargable con los alimentos comúnmente empleados en las dietas personalizadas y sus respectivos factores de conversión (FC), tanto cocidos como secos, así podrás colocar esta herramienta en tu nevera y aplicarla de una manera rápida ,sencilla y eficaz.
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Un fuerte abrazo.
Victoria Castillo